Roger Tullgren: El amante del Heavy Metal que consiguió una pensión de por vida

En un caso único y sin precedentes, el Tribunal de Hasslehölm, Suecia, ha otorgado una pensión por incapacidad permanente a Roger Tullgren, un devoto del heavy metal cuya pasión desbordante fue reconocida legalmente como una adicción. A sus 42 años, Tullgren ha asistido a miles de conciertos y ha hecho de este género musical su forma de vida. La resolución del tribunal marca un precedente en cuanto al reconocimiento de estilos de vida intensos como factores que pueden afectar gravemente la capacidad de trabajo.

La historia de Tullgren no es la de un simple aficionado al metal. Desde su adolescencia, ha dedicado su tiempo y energía a su amor por la música, llegando a asistir a más de 300 conciertos en 2006. Este ritmo de vida extremo le trajo consecuencias en el mundo laboral, provocándole despidos repetidos y una inestabilidad que, finalmente, lo llevaron a pedir ayuda profesional.

Psicólogos que evaluaron su caso describieron su devoción por el heavy metal como una verdadera “adicción” que interfiere con su capacidad para trabajar de manera convencional. Gracias a los informes presentados por estos expertos, el tribunal sueco decidió concederle una pensión mensual de 400 euros, una ayuda que, según Tullgren, le permite por primera vez combinar su pasión con una vida laboral más estable. Actualmente, trabaja a tiempo parcial como lavaplatos en un restaurante donde su jefe le permite escuchar su música favorita mientras trabaja, siempre que no haya clientes presentes.

Este caso no solo ha causado revuelo en Suecia por su singularidad, sino porque también abre un debate más amplio sobre hasta qué punto las pasiones personales pueden considerarse incapacitantes. La resolución plantea la necesidad de adaptarse a las demandas individuales en el entorno laboral, especialmente cuando una afición o estilo de vida se convierte en parte esencial de la identidad de una persona.

La historia de Roger Tullgren ha dado pie a reflexiones sobre cómo el mundo laboral podría adaptarse a otras personas con estilos de vida intensos. ¿Deberían otros hobbies, obsesiones o pasiones recibir el mismo trato que el de Tullgren? La pregunta queda abierta, mientras él sigue disfrutando de su heavy metal sin que su amor por la música sea un obstáculo para su vida profesional.

Escrito por: Rulo Ham el 16-10-2024